El punto de partida para elaborar un enfoque de género en el urbanismo municipal.
“Hay que acabar con la mirada androcéntrica de las ciudades. Hay que construir de manera diferente; tenemos que poder incluir el conocimiento, las necesidades y las diferencias de las mujeres, el cuidado y la seguridad entre otras. Solo respetando y haciendo posible el pleno goce de los derechos human de las mujeres podremos avanzar en la construcción de ciudades verdaderamente democráticas y justas” Marta Macias, directora Ejecutiva de Coop4equality.
“Debemos diseñar los espacios en los que vivimos basándolo en los cuidados. Espacios que nos cuiden a los ciudadanos y ciudadanas que ahí vivimos. Espacios de confianza que nos permitan sentirnos seguros. Y eso solo se logra si somos capaces de pensar nuestras ciudades desde la mirada de las mujeres.” José Manuel Pérez, Coop4equality Galicia
Nuestras ciudades y sus arquitecturas son al mismo tiempo producto y medio de un proceso en el cual se cristalizan, incrustan y aglutinan discursos y representaciones, que precisamente por medio y a través de ellas se repiten y se perpetúan, convirtiendo- se en patrones espacio/temporales que se consolidan y soportan los roles de género, tanto en el ámbito público como en el privado.
El hecho que el habitante sea mujer es una condición destacable que engloba a algunos de los otros, sumergiéndose en el contexto de la pluralidad. La perspectiva de género centra su acción en mujeres inmigrantes, mujeres mayores, mujeres solteras, mujeres jóvenes. La condición de ser mujer suele venir matizada por otras circunstancias, que incluye también en el hombre en toda su diversidad.
Precedentes de políticas locales con perspectiva y género.
El plan del espacio y del territorio, desde la perspectiva de género, contribuye a la igualdad efectiva, porque influye en la localización de las actividades, en la interrerrelación y conexión de las mismas. En diversos países europeos y en territorios del Estado español ya se empezó a trabajar con este enfoque. Cabe destacar iniciativas como la puesta en práctica en la ciudad de Viena, donde bajo la dirección de Eva Kail, urbanista feminista, en 1991 se creó la primera oficina que coordinaba la incorporación de la perspectiva de género en todas las decisiones y actuaciones que dependen del Ayuntamiento de Viena.
Asimismo, en el ámbito estatal español, en el País Vasco se pusieron en marcha las Directrices de Ordenación Territorial. Un trabajo realizado por Inés Sánchez de Madariaga y su equipo en 2015, que propone un conjunto de Medidas básicas y Acciones de gran impacto, insistiendo en la selección de objetivos estratégicos para procurar la incorporación efectiva de la perspectiva de género en el plan urbano.
A su vez, dos ciudades, Irún y Bilbao, incorporaron la perspectiva de género en sus documentos del plan general de una manera clara y transmisible. También en la Comunidad Autónoma de Valencia, en 2009 el equipo en el que participaron Mercedes Miranda Bleda y Eva Álvarez Isidro elabora el documento “Albaceteplural, incorporación de la perspectiva de género a la redacción del PGOM de Albacete: gestión de participación”.
Una experiencia pionera para la incorporación de la perspectiva de género al plan de carácter general que fue seguida por otras, como el Plan General Estructural de Castellón, en 2017. Estas iniciativas desembocaron en la guía para incorporar la perspectiva de género en actuaciones urbanas en la comunidad valenciana, elaborada por Eva Álvarez Isidro y Carlos Gómez Alfonso. De igual manera, en Extremadura se aprobaron las normas técnicas para la integración de la dimensión de género en la ordenación territorial y urbanística (DONE 96, 21 de mayo de 2019, Orden 17 de mayo de 2019).
OBJETIVOS
¿Cuál es la finalidad de integrar la perspectiva de género en la ordenación del territorio y el desarrollo urbanístico de las ciudades?
El objetivo general es proporcionar mecanismos e indicadores que faciliten el diseño, seguimiento y evaluación de los proyectos derivados del mismo. Y lo es, a través de la elaboración de un documento que aplicado sobre el entorno construido sea capaz de transformarlo, de manera que por consecuencia clara de su aplicación sea la disminución de la desigualdad entre hombres y mujeres.
“Al mirar al entorno urbano desde la perspectiva de género se desencadena un proceso de transformación radical. No tiene vuelta atrás. Afecta a lo ordinario y a lo extraordinario, a lo cotidiano y a lo genérico. Empezaremos a valorar el ancho de la acera, daremos valor al árbol, los bancos dejarán de ser elementos de composición sobre un plano para volver a ser muebles que facilitan la vida de las personas. Y al enfrentarnos a la planificación y al diseño urbano atenderemos a la posición de los equipamientos, de los jardines y las zonas libres, a sus efectos en la vida de hombres y mujeres” María Carreiro Dra. en Arquitectura. Acreditada Profesora Titular ETS Arquitectura UDC
“Ildefonso Cerdá, el proyectista del ensanche de Barcelona, definía en 1867 el urbanismo como el “conjunto de conocimientos, principios, doctrinas y reglas, encaminadas a enseñar de qué manera debe estar ordenado todo agrupamiento de edificios, a fin de que responda a su objeto. Este se reduce a que sus moradores puedan vivir cómodamente y puedan prestarse recíprocos servicios, contribuyendo así al común bienestar”. Para ello, hoy en el siglo XXI, la perspectiva de género es un instrumento urbanístico imprescindible” Cándido López PhD in Architecture. Profesor ETS Arquitectura. UDC
Objetivos específicos
1.- Identificar de manera participativa las necesidades urbanísticas desde la perspectiva de género y determinar las áreas prioritarias de intervención, tomando en cuenta los diferentes núcleos urbanos y rurales, y las características físicas y sociales del territorio.
2.-Fijar determinaciones en el documento mediante la intervención activa sobre las distintas figuras y elementos del plan estructural, de manera que según se desarrolle el instrumento de ordenación, se vayan desplegando las distintas actuaciones previstas.
3.-Proporcionar recomendaciones y orientaciones prácticas para garantizar que los desarrollos concretos del Plan Urbanístico incorporen la perspectiva de género en su identificación, desarrollo y evaluación.
4.-Fortalecer las capacidades técnicas y el conocimiento del equipo técnico que lidera los proyectos en la comprensión de lo que implica incorporar la perspectiva de género y como integrarla nos sus proyectos.
5.-Establecer orientaciones y prioridades diferenciadas tanto para la adecuación de las zonas urbanas consolidadas cómo para los nuevos proyectos de expansión urbanística en el municipio.
6.-Considerar la eficacia en las medidas que puedan adoptarse y la sencillez de aplicación de estas, complementando de la forma más eficiente posible las ordenanzas del texto.
3.-METODOLOGÍA DE TRABAJO
Se trata de un proceso que debe ser constantemente aplicado y comprobado.
La perspectiva de género se presenta como un método de trabajo con varias fases:
1.- Un mecanismo de análisis
2.- Un sistema de diseño específico
3.- Un criterio de evaluación de resultados.
La perspectiva de género propone proyectos y actuación particulares y específicas, siempre adaptadas a las situaciones de diversidad y asumiendo el posible conflicto. La principal herramienta de trabajo es la participación y la obtención de datos particularizados, adecuados a cada situación.
Por tanto, la incorporación de la perspectiva de género en la construcción del entorno colectivo es una cuestión transversal, que en cada caso concreto supone la aplicación de un método de trabajo interactivo que debe:
-Ser aplicado por un equipo entrenado en mirar y ver la realidad compleja desde el punto de vista de todas las personas usuarias y, en particular, desde el punto de vista de las mujeres.
-Reconstruir la información en colaboración con las personas usuarias. Reconocer el valor de uso y la diversidad de sus patrones de actividad. Valorar el uso colectivo de los espacios públicos y privados entendiendo que la sostenibilidad económica debe añadir a sus variables de estudio aquellas que afectan al trabajo no remunerado del cuidado, ya que es una realidad paralela no contabilizada y que, por tanto, supone una distorsión de la dicha realidad.
-Exponer actuaciones y proyectos específicos y particularizados, tanto mediante datos e información obtenida participativa y colaborativamente cómo del análisis de bases de datos ya existentes.
-Activar actuaciones concretas, en el entorno construido de la vivienda, del edificio, del barrio y de la ciudad, enfocadas en aumentar la autonomía física, económica y de toma de decisiones de las mujeres.
-Definir indicadores que permitan verificar cuantitativamente el progreso en la incorporación de la perspectiva de género en el entorno.
-Comunicar públicamente que las soluciones enfocadas en la merma de la desigualdad de las mujeres, sin duda, son mejores para el conjunto de la sociedad y del entorno construido. No solo por una cuestión de justicia, sino por una cuestión de pragmatismo, ya que mejoran la vida de todos los colectivos.
El urbanismo con perspectiva de género centra su actuación sobre la ciudadanía en toda la amplitud de su variedad: inmigrantes, personas ancianas, niños y niñas, personas con diversidad funcional, con distintas orientaciones sexuales, con diversas religiones, o con diferentes estatus socioeconómicos.
El hecho de que el habitante sea mujer es una condición notable que engloba algunas de las otras, sumergiéndose en el contexto de la pluralidad. La perspectiva de género enfoca su actuación hacia la mujer inmigrante, la mujer mayor, la mujer soltera, la mujer nueva. La condición de mujer habitualmente ven calificada por alguna otra circunstancia, que incluye también al hombre en toda su diversidad.
La construcción de la ciudad con perspectiva de género, analiza -entre otras- la situación que se produce cuando se asume que la mujer es la principal encargada del cuidado de las personas dependientes y del entorno doméstico. Además, propone estrategias y actuaciones para evitar y superar las consecuencias originadas por la dicha circunstancia. Una situación que se constata en el mundo de manera global. Los datos confirman que las mujeres dedican más tiempo a las tareas no remuneradas que los hombres. En España, más del doble de horas. Mismo, al tener que abordar tareas relacionadas con el cuidado abandonan la actividad profesional en mayor proporción que los hombres.
4.-NUESTRA PROPUESTA
Proponemos un diagnóstico participativo para garantizar la sostenibilidad de la vida en el centro del desarrollo urbanístico.
¿Por qué es necesaria una planificación urbanística con enfoque de género?
El diseño de las ciudades se organizó tradicionalmente alrededor del trabajo remunerado de los hombres, sin tener en cuenta las necesidades de las mujeres, de los colectivos considerados no productivos y dependientes, como las niñas y los niños, las personas mayores y las que sufren algún tipo de discapacidad.
El modelo tomado como referencia a la hora de diseñar la ciudad es el de un hombre adulto, con un empleo remunerado, sin discapacidades, con acceso a todos los servicios y sin muchas responsabilidades familiares o con las necesidades cubiertas.
Pero este modelo solo se ajusta a una parte de la población, que en muchos casos corresponde a quién se encargó de su diseño, por lo que las necesidades del resto de la ciudadanía se contemplaron en un plano secundario
Es necesario incluir la participación de las personas en general, y de las mujeres en particular, para escuchar su visión de la ciudad, conocer los problemas con los que se han de enfrentar a diario, y atender a las ideas y sugerencias que pueden acercar en aspectos concretos como la organización del transporte, las características de la vivienda, el diseño del espacio urbano, la percepción de seguridad, o conceptuales como la presencia simbólica de las mujeres en el espacio público. Todo eso, sin duda, permitirá llevar a cabo proyectos más adecuados a las necesidades reales y, al mismo tiempo, contar con una apropiación comunitaria de las iniciativas.
Asesorando en el desarrollo del planeamiento general –PGOM-, del planeamiento de desarrollo parcial, especial o de urbanización, o también de otras normas urbanísticas que se lleven a cabo.
¿Cómo podemos ayudar a los gobiernos locales a integrar la perspectiva de género en las políticas urbanísticas?
Nuestra propuesta está elaborada para ayudar a los gobiernos locales en la implementación de políticas urbanísticas con perspectiva de género a través de acciones que generan un impacto directo tanto en el territorio como en los usos de los espacios del municipio.
-Formando al personal de la administración local en la incorporación de la perspectiva de género en las políticas urbanísticas municipales, procurando las acciones coordinadas de los diferentes servicios técnicos implicados
-Dotando de herramientas al personal técnico del Ayuntamiento, que permitan aprovechar, y entender, las ventajas de incorporar la perspectiva de género en las diversas actividades municipales.
-Formulando dinámicas nos colectivos vecinales a fin de obtener información relevante para la transversalización de la perspectiva y enfoque de género en las políticas urbanísticas municipales
-Realizando actividades en los centros docentes con las diferentes etapas educativas para transmitir la importancia de la perspectiva de género, haciendo hincapié con las niñas y los niños en la etapa infantil.